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Marcos de Quinto: el CEO librepensador

Marcos de Quinto: el CEO librepensador

Mucho se está hablando durante los primeros días del año sobre el abandono de su perfil de Twitter el Director de Coca-Cola España, Marcos de Quinto. La noticia publicada por Economía Digital al respecto nos aclara alguno de los términos que el tuit de Marcos de Quinto no dejaba nada claro.

Parecía ese tuit fuera de lugar, con un tono de cierto desprecio por las redes sociales, por los tuiteros, algo poco habitual en él. Desde sus inicios en Twitter ha mostrado una educación absoluta incluso cuando le han trolleado, mostrando sus argumentos de manera inteligente y sin eludir el diálogo de alto nivel. Parece que sus palabras van más dirigidas a las criticas de colegas de profesión y a algún toque de atención dentro de su propia empresa.

Porque lo que no se le puede negar a Marcos de Quinto es que se ha mojado en Twitter. En un país donde los CEO de las grandes empresas del IBEX35 no se atreven a acercarse a ninguna red social, él lo ha hecho de manera natural, mostrando su opinión, algo que parece ser que le ha costado caro.

Porque es obvio que al final el CEO de una gran empresa de escala multinacional es parte indisoluble de la misma. A pesar de no hacer referencia a Coca Cola en su bio, todos sabían su ocupación profesional y él mismo lo comunicaba. Al final, aunque un directivo tenga la sana intención de independencia y librepensamiento, siempre estará condicionado por su cargo.

Y es que en este país las empresas tienen miedo a comunicar. La transparencia informativa brilla por su ausencia a todos los niveles. Quizás es más comprensible en una multinacional, donde su dimensión y posición en el mercado le permitirá ser más proclive o no a expresarse. Pero para una PYME que tiene mucho margen de crecimiento, el miedo a la comunicación es una crónica de su muerte anunciada.

Y volviendo a Marcos de Quinto, está claro que le ha sido imposible diferenciar los dos ámbitos: el personal, aún mostrándose como profesional, y el empresarial, al ser el máximo responsable de una marca tan mediática como Coca Cola. Muchos lo acusan de incongruencia en cuanto que crítico el ERE de Telefónica y posteriormente se han producido ajustes de plantilla también en Coca Cola. Nada nos dice que esté en desacuerdo con esta medida en su empresa, pero ni lo va a tuitear ni es una decisión que dependa solo de él.

Por tanto, en las redes sociales como en la vida, somos personas, somos profesionales con cierto nivel de independencia pero si trabajamos para una empresa, queramos o no, su política de comunicación corporativa puede acabar afectándonos. Parece que el futuro, nuestra valoración del empleo para terceros también deberá tener en cuenta esta variable de la adhesión en las redes sociales al mantra empresarial que defienda la compañía con nos paga un sueldo.

Fotografía de Casa de América en Flickr